- Los coches chinos ganan terreno en España con fuerza, sumando ventas y presencia entre particulares.
- El mercado español se convierte en el laboratorio europeo de los coches eléctricos chinos por su ritmo de crecimiento y por sus competitivos precios.
- Mientras Europa sigue con la guerra eléctrica, China ya tiene su hoja de ruta bien clara
En los últimos meses, las cifras del sector automovilístico español muestran una clara tendencia: los coches chinos han dejado de ser una novedad para transformarse en una opción de lo más habitual. Según datos del informe Ganvam-DAT, casi el 10% de las matriculaciones en 2025 corresponden a vehículos procedentes de fabricantes asiáticos. Esa cuota duplica la media europea y consolida la posición de marcas como MG, BYD, Omoda, Jaecoo, Ebro o Leapmotor, que han encontrado en España un terreno fértil.
A diferencia de otros países, el comprador español mantiene una relación más flexible con las marcas, menos condicionada por el “nombre” y más influida por el precio, la tecnología y la garantía. Por eso, mientras en el resto de Europa los fabricantes chinos apuestan por eléctricos puros, en España la estrategia es más diversa. Los motores de gasolina siguen representando el 38% de sus ventas, seguidos de los vehículos híbridos enchufables (27%) y los eléctricos (17%), una combinación que permite llegar a un público más amplio.
El peso del canal particular es otro dato revelador: siete de cada diez compradores de estas marcas son particulares. El atractivo de los acabados, la relación calidad-precio y los equipamientos tecnológicos han hecho que cada vez más conductores se atrevan con un modelo “Made in China”, un sello que, poco a poco, empieza a perder prejuicios.
Valor y depreciación: talón de Aquiles de los coches chinos
Aunque el interés crece, el valor residual de los coches chinos sigue siendo uno de sus grandes retos. Según el estudio Ganvam-DAT, estos vehículos conservan un 60,7% de su valor tras tres años de uso, frente al 65,5% de las marcas europeas. La diferencia no es enorme, pero suficiente para que muchos compradores se lo piensen dos veces a la hora de cambiar de coche o revenderlo.
El motivo principal está en su tipo de motorización. Los eléctricos y los híbridos enchufables, segmentos donde los fabricantes chinos concentran su oferta, son los que más rápido se devalúan en el mercado de segunda mano. En cambio, los modelos con motores de combustión o híbridos no enchufables mantienen mejor su tasación, con retenciones cercanas al 73% y 76% respectivamente durante el primer año.
A pesar de esta diferencia, los expertos apuntan que el panorama podría cambiar muy pronto. A medida que las marcas chinas consoliden su red de servicios y mejoren la percepción de calidad, la brecha en la depreciación tenderá a reducirse. Además, el auge de la electrificación y los incentivos previstos en el mercado europeo podrían favorecer una reevaluación positiva del coche chino en los próximos años.
Postventa y confianza: el gran examen pendiente
Más allá de las cifras de ventas, el verdadero desafío para los coches chinos en España es el servicio postventa. Aunque sus competitivos precios y las garantías ampliadas han sido un gancho inicial, muchos usuarios se encuentran con dificultades cuando llega el momento de reparar o sustituir piezas.
Los tiempos de espera son, en promedio, más largos que los de marcas europeas o japonesas. En algunos casos, las demoras superan las cuatro semanas debido a la falta de stock y a una red de talleres limitada. Esta situación afecta directamente a la confianza del cliente, que exige no sólo un buen producto, también quiere una atención ágil y cercana.
Aun así, la tendencia apunta a una mejora progresiva. Fabricantes como BYD y MG están expandiendo su infraestructura de asistencia en España, mientras otros grupos, como Chery, propietaria de Omoda y Jaecoo, planean abrir centros logísticos para reducir tiempos de entrega de repuestos. El objetivo común consiste en ganar la fidelidad de un público que, aunque cada vez más abierto, todavía asocia la marca china con cierta incertidumbre.
España: el laboratorio europeo de los coches chinos
Con más de 82.000 matriculaciones registradas hasta septiembre, España duplica la media europea de ventas de coches chinos. MG encabeza la lista con más de 35.000 unidades, situando su SUV ZS (con versiones térmica, híbrida y eléctrica) como uno de los modelos más vendidos del país. Le siguen BYD, Omoda y Ebro, marcas que en poco tiempo han pasado de ser desconocidas a ocupar puestos relevantes en los rankings mensuales.
Los coches eléctricos chinos pequeños invaden Europa a precios que sorprenden
Este crecimiento no parece ser una moda pasajera. Tal como indican los datos de Ganvam, el ritmo de ventas se mantiene estable y con proyección de aumento. El perfil del comprador español, más pragmático y menos fiel a las marcas tradicionales, se adapta bien al modelo de negocio chino, basado en variedad, equipamiento tecnológico y precios ajustados.
Mientras tanto, Europa observa con atención cómo España se convierte en el campo de pruebas para medir la aceptación de los coches chinos. Si la tendencia continúa, el 2025 podría cerrar con una cuota de mercado superior al 10%.
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Soy una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursé los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado en medios como Motor 16, Km77, Car & Driver o Quad & Jet, y he colaborado con departamentos de prensa como el de BMW.














