La historia del Taycan puede decirse que es la historia del legado de propulsión eléctrica creada por Ferdinand Porsche. De aquello han pasado ya 120 años. Pero, en su momento, la electrificación y la hibridación del creador de Porsche marcaron un hito inalcanzable para otros vehículos.
Al hablar de este tema, entendemos que la evolución tecnológica es la que permite que hoy tengamos vehículos eléctricos. Cuando Ferdinand Porsche diseñó los Egger-Lohner C.2 Phaeton (conocido como P1) y el Lohner-Porsche, quedaba mucha andadura tecnológica.
¿Quién sabe cómo serían nuestros coches hoy si se hubiera podido desarrollar esa tecnología? ¿Incluso la hibridación, que también desarrolló el visionario Ferdinand Porsche? Entonces, la autonomía era un hándicap insalvable, no estaba el mundo preparado para seguir por esa línea, ¿o quizás sí?
A día de hoy, también genera quebraderos de cabeza la autonomía. No obstante, ni parecido a lo que debió ser para Porsche la recarga de sus vehículos. Ni puntos de carga, ni capacidad de baterías, recargas ultra-lentas… ¡demasiados inconvenientes!
El primer coche eléctrico de Ferdinand Porsche
En 1898, Ferdinand Porsche presentó el “Vehículo eléctrico Egger-Lohner, modelo C.2 Phaeton” (“P1”), su primer diseño de un automóvil. El “P1” fue uno de los primeros coches registrados en Austria. Empezó a rodar por las calles de Viena el 26 de junio de 1898. Porsche grabó el código “P1” (Porsche número 1) en todos los componentes clave, dejando así su nombre en el vehículo eléctrico.
Toda una hazaña que aún admiramos hoy. La compacta unidad eléctrica, de solo 130 kilogramos, ofrecía una potencia de 3 caballos. Podía aumentar hasta 5 CV, en modo de sobrecarga, por breves periodos de tiempo. Eso permitía al P1 llegar a los 35 km/h.
Incorporaba un cambio de 12 velocidades y su autonomía máxima era de 80 kilómetros. Además, contaba con carrocerías alternas, para verano e invierno.
El P1 en competición
Los coches empezaban entonces y eran muchos los desarrolladores que competían por motores de alto rendimiento. Así, en septiembre de 1899, se anunció una carrera de vehículos eléctricos en Berlín, con una longitud de 40 km.
Los resultados del P1 fueron imbatibles. Con tres pasajeros a bordo, Ferdinand Porsche cruzó la meta en primera posición. Y lo hizo 18 minutos por delante del siguiente competidor. Más de la mitad de los participantes no pudieron llegar al final por dificultades técnicas. Ferdinand Porsche también ganó la prueba de eficiencia, ya que su “P1” registró el consumo de energía más bajo.
También creó el primer VE de tracción total
El Lohner-Porsche del año 1900 fue el segundo eléctrico de Porsche. Se presentó el 15 de abril de 1900 en la Feria Mundial de París, cuyo lema fue: “Los logros del siglo”.
También sorprende hoy la tecnología que incorporaba.
Cada una de sus ruedas delanteras albergaba un motor eléctrico con un peso de 115 kilos y una potencia de 2,5 CV a 120 rpm. Dichas ruedas, como el rotor del motor de corriente continua, giraban en el sentido del eje, es decir, el de la marcha. Este sistema permitía prescindir de pesadas transmisiones y engranajes. Lograba una eficiencia del 83%, inigualable en ese momento.
Estos motores estaban alimentados por una batería de plomo de 44 celdas, con 300 amperios y 80 voltios. Su capacidad energética era de 24 Kwh y pesaba 410 kilogramos. Tenía 50 kilómetros de autonomía. Y alcanzaba una velocidad máxima continua de 37 km/h, que podría llegar hasta los 50 km/h durante 20 minutos.
Una versión especial de competición del Lohner-Porsche participó en una prueba celebrada en 1900, en Chislehurst, al sur de Londres. Ferdinand Porsche desarrolló ese modelo para E.W Hart, un noble aficionado a las carreras. Esa nueva versión contaba con dos motores eléctricos más en el eje trasero. Así se convirtió en el primer automóvil de tracción total eléctrica.
El final de esta historia
Los organizadores de la exposición universal le otorgaron un premio y el Lohner Porsche fue aclamado por la prensa como la “novedad más distintiva” y la “innovación de la época“.
La Hofwagenfabrik de Viena-Floridsdorf produjo un total de unos 300 Lohner-Porsche eléctricos. Su precio, a día de hoy equivaldría a una suma de seis dígitos. Fue comercializado de forma exclusiva para un número restringido y selecto de clientes.
Finalmente, la falta de autonomía provocó que Ferdinand Porsche siguiera investigando y desarrollase su propulsión “mixta“. Así estrenó en 1901 el primer automóvil híbrido. ¡Transcendental!, pero como la propia marca indica, eso es otra historia.