El proyecto SUNBATT es un laboratorio en el que se estudia y monitoriza el comportamiento de cuatro baterías de vehículos eléctricos conectadas a una micro red de distribución con placas solares y cargadores eléctricos.
Las baterías que utilizan los vehículos eléctricos, una vez que ya no pueden cumplir su función en ellos, conservan aun una capacidad residual significativa que permite que puedan ser utilizadas en otras aplicaciones estacionarias antes de su reciclado final. Según los primeros estudios en 10 años de vida una batería de un vehículo eléctrico puede perder de media un 20% de capacidad.
Baterías, placas solares, cargadores eléctricos, una red de distribución y un software inteligente
SUNBATT está instalado en un contenedor de 15 metros cuadrados que incorpora cuatro baterías de vehículos eléctricos conectadas. Conectadas a una micro red el sistema completo incluye, además de las baterías, unas placas solares de 14 kW de potencia de generación, tres puntos de carga eléctricos y la conexión a la red de distribución eléctrica.
Un software instalado en un ordenador en el interior del contenedor se encarga de la toma de decisiones utilizando algoritmos inteligentes en los que intervienen diferentes parámetros con los que decidir en qué dirección dirigir los flujos de energía. La energía que generan las placas solares puede almacenarse en las baterías, volcarse en la red o consumirse directamente en la carga de vehículos eléctricos con el objetivo de ahorrar en la factura y lograr un consumo inteligente.
Por ejemplo, si son las 12 de la noche y se quiere cargar un vehículo eléctrico, a pesar de que las baterías puedan estar preparadas para hacerlo, se utilizará la energía de la red, ya que en esa franja horaria, es más barata
El software tiene capacidad de aprendizaje a partir de sus propias decisiones en las que intervienen parámetros como la predicción del consumo previsto a lo largo del día, la previsión meteorológica y los precios de la energía en cada momento, entre otros. Con todos los datos es capaz de decidir cómo se cargarán los vehículos eléctricos, sea a través de las placas solares, la red de distribución eléctrica o las baterías en estudio, generando además informes de diferente naturaleza como el ahorro logrado en la factura, la reducción de emisiones de CO2 o la masa forestal que se ha preservado gracias a su gestión inteligente. Dos sistemas informáticos paralelos monitorizan la gestión de la energía y los consumos y el estado de las baterías, respectivamente.
Una iniciativa liderada por Endesa, juntamente con SEAT, y donde colaboran también la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC) y el Centre d’Investigació de Recursos i Consums Energètics (CIRCE).
Tres objetivos, usos reales
- Obtener un análisis del comportamiento de las baterías en una segunda vida
- Mostrar los usos que se le puedan dar
- Extraer nuevos modelos de negocio que con ello pudieran surgir
La posibilidad de las baterías recicladas de los vehículos eléctricos de funcionar fuera de ellos está ya plenamente demostrada. Con este estudio se extraerán conclusiones que repercutirán en cambios a la hora de su fabricación, pensando ya en esta segunda vida.
En cuanto a sus aplicaciones reales el propio laboratorio es en sí mismo una prueba de viabilidad. Almacenamiento de energías renovables, servicios de distribución en zonas o lugares donde no llega la corriente eléctrica, o, incluso, en el mismo ámbito doméstico. De estos usos, como es lógico, se derivarían posibles modelos de negocio que tanto Endesa como SEAT, están actualmente explorando.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.