La segunda temporada de la Fórmula E ha abierto la puerta a que cada uno de los equipos pueda desarrollar el tren motriz de su monoplaza manteniendo en común el el chasis y la batería.
En la primera temporada de la Fórmula E los 20 monoplazas que participaron, fabricados por Renault, utilizaban exactamente el mismo chasis y la misma mecánica. La reglamentación no les permitía modificar ningún componente.
Variando la configuración del motor, el inversor y la transmisión
En esta segunda temporada de la Fórmula E, de la que ya llevamos disputadas cuatro carreras, el reglamento se ha abierto a los desarrollos mecánicos de cada una de las escuderías. De los cuatro componentes principales del monoplaza, la batería, el inversor, el motor y la transmisión, cada una de ellas es libre de desarrollar las tres últimas.

De esta forma, y como podéis ver en el vídeo, las variaciones que tenemos actualmente en la parrilla de salida son muchas. Los equipos han buscado el compromiso entre el par motor, el número de marchas necesarias para transmitirlo y peso de los componentes. El resultado es drásticamente diferente entre cada uno de los monoplazas. Tenemos desde dos motores y una sola marcha, hasta un único motor con cinco marchas:
NEXTEV y DS VIRGIN RACE: 2 motores y una sola marcha.
ANDRETTI AUTOSPORT y TEAM AGURI: 1 motor y 5 marchas
VENTURI FORMULA E TEAM, DRAGON RACING y MAHINDRA RACING: 1 motor y 4 marchas
AUDI SPORT ABT SCHAEFFLER: 1 motor y 3 marchas
RENAULT e.dams: 1 motor y 2 marchas. Renault ha mantenido la misma configuración que el año pasado y ha centrado sus esfuerzos en la reducción de peso utilizando fibra de carbono y un sistema de cambio de marchas manual y muy ligero.