Según un estudio realizado por el Stockholm Environment Institute la caída del precio de las baterías de ión-litio está siendo mucho más rápida de lo esperado, por lo que los vehículos eléctricos podrían ser competitivos en poco tiempo.
El estudio, que ha sido realizado por Björn Nykvist y Måns Nilsson, del Instituto Ambiental de Estocolmo, acaba de ser publicado en la revista Nature Climate Change. En él se analiza el precio, entre 2007 y 2014, de los paquetes de baterías de iones de litio de 80 suministradores diferentes puesto que, como indica la página Phys.org, la mayoría de los fabricantes de coches no revelan el precio de sus baterías.
Del estudio se deduce que el precio del kWh ha caído el 70% desde el año 2007, algo que el estudio anterior, realizado en esa fecha, no preveía hasta el año 2020 y que apunta una tendencia a la rebaja del precio de los coches eléctricos que les llevaría a ser competitivos con los de combustión en la próxima década.
En el estudio Nykvist y Nilsson han encontrado es que el precio del kWh, que en 2007 era de 1.000$/kWh, ha ido descendiendo de forma gradual hasta nuestros días en los que se sitúa aproximadamente en 300$/kWh lo que supone una tendencia de un 8% de descenso cada año, que situaría el precio del kWh en 150 dólares en los próximos diez años. Un precio que equipararía a los coches eléctricos con los de motor de combustión puesto que una batería habitual de 22 kWh constaría alrededor de 3.300$. Además hay que contar con el avance de las tecnologías que lograrán mayor autonomía con la misma capacidad o autonomías similares con baterías mucho más pequeñas y baratas.
Esto significa que con estos precios los fabricantes tendrán que optar por incrementar la autonomía, bajar los precios u optar por soluciones intermedias, incluidas las de ofrecer a sus clientes diversas opciones de batería para que elijan la capacidad que necesiten. Nykvist y Nilsson advierten que durante este tiempo entrará también en juego la variable de la economía de escala, puesto que al venderse más coches eléctricos aumentara la producción, lo que redundará en un descenso de los costes y del precio final del producto.
Los investigadores concluyen que esta situación, unida al uso de energías renovables para la recarga de estos vehículos, debería traer una reducción muy importante y necesaria de las emisiones de carbono a la atmósfera.
Fuente: inhabitat.com/