Mientras las primeras restricciones de tráfico han entrado en vigor en la capital francesa el pasado 1 de septiembre, Anne Hidalgo, en una entrevista a un medio francés, ha reiterado su intención de erradicar los vehículos diésel en 2020.
A partir del 1 de septiembre París ha empezado a restringir la circulación a los vehículos pesados, incluidos autobuses, matriculados antes del 1 de octubre de 2001. Este es un primer paso que forma parte de un amplío plan en contra de la contaminación emprendido por su alcaldesa la española nacida en Cádiz Anne Hidalgo, y que se extenderá a todas las categorías de vehículos en los próximos años.
La alcaldesa, en una entrevista concedida a France Info, ha reiterado su intención de eliminar la circulación de vehículos diésel de las calles de París en 2020: “gracias a la Ley de transición energética podemos luchar contra la contaminación con mayor eficacia”
La alcaldesa quiso poner el acento en que estas restricciones no pretenden limitar la movilidad en la capital francesa sino eliminar de esa movilidad a los vehículos que más contaminan y perjudican la salud de los parisinos.
En el plan elaborado por el gobierno de París se desarrollan una serie de medidas para cambiar la forma de moverse. Por un lado se considera indispensable la expansión de los coches eléctricos, tanto en flotas públicas de alquiler con servicios de car sharing como Autolib como en el ámbito particular, aprovechando las ayudas estatales y las que se presentarán para facilitar una financiación específica de la instalación del punto de recarga en las viviendas particulares. Además ya se está fomentando el uso del transporte público mediante el Passe Navigo, el abono de transporte más utilizado por los habitantes de París. Para las PYMES se ha establecido un plan especial para la adquisición de utilitarios y furgonetas eléctricas y de GNC (gas natural comprimido). En colaboración con STIF, el organismo encargado de organizar el transporte público, se pondrán en circulación cientos de autobuses eléctricos y de biogás.
Anne Hidalgo confía que estas medidas sean suficientes para cumplir sus objetivos y que se extiendan a otras ciudades francesas para que la electrificación de la mayoría del transporte sea una realidad dentro de cinco años. No estará de más que planes de este tipo saltaran la frontera y fuese consideradas en nuestro país como una inversión no solo en salud y calidad de vida en las ciudades, sino en términos económicos ¿Será demasiado pronto el año 2020 para ver algo así en las ciudades españolas?
Fuentes: France info y automobile-propre.com