La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) propone la eliminación del código 78 en los permisos de conducir “para atenuar futuras crisis energéticas”. Este número indica que el titular del permiso solo puede conducir vehículos automáticos
La DGT revisó los códigos que aparecen en el permiso de conducir en 2017 para armonizarlos con el resto de países europeos.
Algunos indican que el vehículo ha sido adaptado a las necesidades especiales del conductor, para servir de vehículo de enseñanza en una autoescuela… Estos son los códigos que empiezan por los números 10, 15, 20, 25, 31, 32, 33, 35, 40, 42, 43, 44, 45, 46, 47 y 50.
Los que empiezan por 05 son por restricciones médicas; estas son las más comunes especialmente, la limitación a conducción diurna (05.01) en casos de cataratas; la limitación de velocidad (05.04) o radio de limitación de conducción en torno al domicilio; y la exclusión del alcohol (05.08) para personas con problemas de alcoholismo.
De todos los códigos de la DGT para los permiso de conducir hay uno que se considera maldito. Es el 106.5; lo tienen aquellos conductores que por acumulación de sanciones han perdido todos los puntos de su saldo y se han visto obligados a superar un curso de recuperación de puntos.
Las autoescuelas piden la eliminación del código 78
Aquellos aspirantes que se examinan con vehículos de transmisión automática (híbridos enchufables y eléctricos, entre ellos) obtienen un permiso que les impide conducir un vehículo con transmisión manual, salvo que se examinen por segunda vez con un automóvil de estas características.
Cuando superan la parte práctica reciben el carne de conducir con el código 78 en la parte trasera; este indica que solo pueden conducir coches automáticos.
Para las autoescuelas representadas en la CNAE, el código 78 provoca un doble efecto negativo: “por un lado, incrementa la demanda de pruebas en el ya sobrecargado sistema de exámenes; por otro, los alumnos prefieren, como es lógico, prepararse y examinarse con vehículos dotados de una caja de cambios manual“.
“Al mismo tiempo, esta situación hace que las autoescuelas carezcan de alicientes para adquirir vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables, que son todos de cambio automático”, alegan desde la confederación. “Obviamente, así es muy difícil fomentar el uso de vehículos impulsados por combustibles alternativos en general y eléctricos, en particular”, añaden.